Urano, el séptimo planeta del sistema solar, es un gigante helado con un eje de rotación inusualmente inclinado. Es un mundo de misterio, con anillos tenues, lunas con nombres inspirados en la literatura y una atmósfera de color azul verdoso que oculta un interior helado.
Un gigante helado inclinado
Urano es único en el sistema solar por su eje de rotación, que está inclinado casi 98 grados respecto a su órbita. Esto significa que Urano gira de lado, con sus polos apuntando hacia el Sol durante gran parte de su año. La causa de esta inclinación sigue siendo un misterio, aunque se cree que pudo ser el resultado de una colisión con un objeto masivo en el pasado.
Anillos tenues y lunas
Urano tiene un sistema de anillos tenues, descubiertos en 1977, mucho menos prominentes que los de Saturno. También tiene 27 lunas conocidas, con nombres de personajes de Shakespeare y Alexander Pope, como Titania, Oberón, Miranda y Ariel.
Una atmósfera de color azul verdoso
La atmósfera de Urano está compuesta principalmente de hidrógeno, helio y metano. El metano absorbe la luz roja y refleja la luz azul, lo que le da a Urano su característico color azul verdoso. La atmósfera es también extremadamente fría, con temperaturas que alcanzan los -224 grados Celsius.
Un interior helado
Urano tiene un núcleo rocoso, rodeado de una capa de hielo de agua, metano y amoníaco. La presión interna es tan alta que el hielo se comporta como un fluido. La temperatura del núcleo se estima en alrededor de 5.000 grados Celsius.
Exploración de Urano
Urano ha sido visitado por una sola nave espacial, Voyager 2, que pasó cerca del planeta en 1986. Voyager 2 proporcionó las primeras imágenes detalladas de Urano, sus anillos y sus lunas, revelando la belleza y la complejidad de este gigante helado.
Un mundo de misterios
A pesar de la visita de Voyager 2, Urano sigue siendo un mundo de misterios. Los científicos aún no comprenden completamente cómo se formó su inusual inclinación, cómo funciona su interior helado o cómo evolucionaron sus anillos y lunas. Las futuras misiones espaciales a Urano seguramente desvelarán más secretos sobre este gigante helado.